SÓLO
LA CARIDAD
SALVARÁ
AL MUNDO
SÓLO LA CARIDAD SALVARÁ AL MUNDO
- Don Orione -
Nuestra historia.
Casa Caridad, debe su nombre al Santo Luis Orione, nacido en 1872 en Italia. Fue un sacerdote con fuerte vocación de ayuda social, con especial atención en niños y jóvenes de escasos recursos. Don Orione fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 26 de octubre de 1980 y canonizado en mayo de 2004, por el mismo Sumo Pontífice.
Fundó la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad en 1915, siendo nuestra misión la evangelización a través del servicio a los pobres, a los huérfanos, a los enfermos, a los jóvenes y a los niños de escasos recursos necesitados de apoyo familiar y amor fraternal.
Inicios en Chile.
Todo comenzó en la Calle Pizarro, en Santiago, en donde se albergó a 100 niñas abandonadas y con necesidades educativas especiales. Con el paso de los años y el aumento de las niñas, el lugar físico se tornó insuficiente.
En vista de las dificultades para cubrir las necesidades de aquella época, en enero del año 1971, la Congregación emigra de Santiago y se instala en Alto Jahuel, en la comuna de Buin, a 40 kms. de Santiago, llegando al edificio del seminario de los Padres Sacramentinos, cedido en calidad de comodato durante 20 años.
La estructura del lugar era funcional sólo para 25 personas, por lo que nuevas construcciones se irguieron con el fin de dar mejor acogida a más niñas. Debido a dichas condiciones, en ese momento no fuimos reconocidos como escuela. Ese hecho implicó que la mantención económica se redujera sólo a lo que se pagaba mensualmente el Servicio Nacional de Salud, que eran $26 por niña. Desde aquellos tiempos, con ingresos insuficientes, tuvimos que apelar a la caridad.
En 1982 la propiedad fue adquirida por la Congregación. Coincidentemente, nace también el Servicio Nacional de Menores, con quien firmamos un convenio como Institución Colaboradora. En ese mismo año se inicia la construcción del edificio donde funciona actualmente nuestra escuela, en donde cumplimos el rol de educar a nuestras internas, preparándolas con las herramientas necesarias para su promoción hacia una vida independiente.
El Hogar ha evolucionado con el tiempo, y actualmente, acogemos a 76 niñas con capacidades cognitivas diferentes, derivadas de Tribunales de Familia. Hasta hoy, mantenemos el carisma de Don Orione, teniendo en vista los principios de la iglesia Católica, de la Congregación Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, del Estado y la Sociedad.
Don Orione, nuestro fundador.
Nacido en Italia, en el año 1872, Luigi Orione fue un sacerdote cuya vocación y trabajo en la obra de Dios trascendió sus años de vida, siendo reconocido mundialmente como uno de los Santos con mayor número de obras de caridad.
Desde pequeño tuvo una marcada vocación social y religiosa, y con tan sólo los 23 años fue ordenado sacerdote. Fundó la Obra de los Ermitaños de la Divina Providencia en Italia, en 1899 y posteriormente, en 1915, la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.
La vocación de Don Orione guarda relación con el cuidado de los niños de escasos recursos. Descubrió que esta actividad llenaba su alma al reunir a menores pobres y ayudarlos con sus estudios. Uno de sus aportes más grandes fue el apoyo otorgado a cientos de niños italianos tras el terremoto en Messina, en 1908.
Tras 67 años de caritativa vida y obra cristiana, falleció en 1940. Su cuerpo permanece en el Santuario Nuestra Señora de la Guardia en Italia. Pero como al ser su obra tan extensa, su corazón se entregó a Latinoamérica, y hoy se expone en el Cottolengo del barrio Don Orione, en Argentina.
Beatificado por el Papa Juan Pablo II el 26 de octubre de 1980 y Canonizado en mayo de 2004, por el mismo Sumo Pontífice.
Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.
Don Orione fundó esta congregación porque en sus viajes a Latinoamérica, notó una gran y creciente necesidad en los niños. Siempre supo que las hermanas de esta misión serían escasas y desempeñarían su labor en el anonimato. Sin embargo, sabía que ayudarían a miles de niños de escasos recursos y con necesidades diferentes.
Actualmente, las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad dedican su vida a la evangelización del pueblo, al servicio de los pobres, a los huérfanos, a los enfermos, y a los jóvenes necesitados.